APRENDRE A ESCOLTAR EL SILENCI

Un deixeble, abans de ser reconegut com a tal pel seu mestre, va ser enviat a la muntanya per aprendre a escoltar la naturalesa. Al cap d’un temps, va tornar per adonar al mestre del que havia percebut.

-“He sentit el piular dels ocells, l’udol del gos, el soroll del tro…

– “No -li va dir el mestre-, torna una altra vegada a la muntanya. Encara no estàs preparat

Per segona vegada va adonar al mestre del que havia percebut.

– “Mestre, he sentit el soroll de les fulles en ser bressolades pel vent, el cantar de l’aigua en el riu, el lament d’una cria sola en el niu”.

– “No -li va dir de nou el mestre-. Encara no. Torna de nou a la naturalesa i escolta-la”.

Per fi, un dia…

– “Maestro, he sentit el bullir de la vida que irradiava del sol, el gemec de les fulles en ser holladas, el batec de la saba que ascendia en la tija, el tremolor dels pètals en obrir-se acariciats per la llum”.

– “Ara sí. Veuen, perquè has escoltat el que no se sent”.

Escoltar el silenci és una forma d’interiorització que ens uneix a tots per igual. Quan silencies el renou, escoltes el so del teu vertader ser.

Escoltar el silenci és un art que requereix desenvolupar una actitud contemplativa. Quan s’aconsegueix el silenci interior, ens preparem per parlar millor i també per escoltar millor. Millora la nostra relació amb nosaltres mateixos i amb les persones que ens envolten.

2018-05-05T20:40:35+00:00mayo 5th, 2018|

LOS MEDIOS TECNOLÓGICOS Y LOS NIÑOS

Uno de los desafíos más intensos que tenemos que enfrentar en la época que estamos viviendo, es nuestra relación con los medios de comunicación.

La televisión, el ordenador, el teléfono móvil se fundan en el mismo principio: una pantalla que, gracias a la agrupación de pequeños puntos (pixeles) o líneas, induce la percepción de «imagen» y un parlante que, también gracias a la tecnología, induce la percepción de «sonido» en el usuario. Sumamos a ello un espectador que permanece inmóvil frente al aparato y que a lo sumo, mueve dedos y manos y un poco sus ojos. Se enfrenta a imágenes y sonidos que no son reales, pues no provienen de un ser que esté presente en su totalidad frente a él, sino de reproducciones elaboradas tecnológicamente.

Cuando un niño escucha o lee un relato o un cuento, su fantasía crea imágenes propias, individuales, irrepetibles que van enriqueciendo su vida interior, conectándolo consigo mismo para darle la capacidad de desarrollar sus propios sentimientos y pensamientos. Cuando el niño ve una imagen animada en la pantalla no le queda más opción que aceptarla pasivamente, perdiendo la oportunidad de desarrollar una imagen propia y, en su lugar, se yergue en su interior la misma imagen estereotipada que se presenta en millones de niños que ven la misma imagen que él. Se crea el germen para desarrollar en el futuro humanos con pocas opiniones propias, disponibles para seguir la tendencia imperante sin detenerse a cuestionarla y que continúan haciendo lo que todos hacen.

Frente a las pantallas el niño queda inmóvil, pasivo, recibiendo un aluvión de información ultra procesada. Si el niño está «aburrido» y «no sabe qué hacer», aprieta un botón y aparece un mundo lleno de aventuras y emociones listo para él. Así va aprendiendo lo «fácil» que puede llegar a ser satisfacer un deseo y salir del aburrimiento. Entonces, ¿para qué esforzarse, si esto es tan sencillo?, ¿para qué estudiar, para qué aprender a tocar un instrumento, para que salir a pasear?

Es un hecho que nuestra sociedad altamente industrializada y tecnológica favorece la sobrecarga de estímulos. Luces, sonidos, juguetes «interactivos», pantallas, teléfonos, ordenadores, avisos publicitarios, juegos electrónicos desfilan por delante de todos nosotros. Ante el cúmulo de información mediática a la que estamos expuestos va quedando poco lugar para el silencio, tan necesario para crear y cuidar nuestro espacio interior y personal.

A pesar de todo lo expuesto, estamos en el siglo XXI y es inevitable tratar con la tecnología. Una opción es acompañar al niño en el encuentro consciente y despierto con la tecnología y en este caso «más vale tarde que temprano».

Es aconsejable que el niño ya tenga las herramientas necesarias para entender la tecnología y saber que lo que nos muestra es un producto de la inteligencia humana.

2017-06-14T08:39:59+00:00marzo 27th, 2017|

EL SILENCIO, UN BUEN AMIGO EN LA INFANCIA, LA NATURALEZA, LA GRAN MAESTRA

«El otro día estuvimos en el templo de la Sagrada Familia con mi marido y mis hijos. Todos nos quedamos sin palabras. Después de ese paseo silencioso en el bosque sagrado, entendimos lo que despertó el genio de Gaudí para inspirarle esa obra indescriptible.

Gaudí ya de mayor escribió recordando su infancia: con las macetas de flores, rodeado de villas y olivos, animado por el piar de los pájaros y el zumbido de los insectos y con las montañas de Prades al fondo, capté las más puras y placenteras imágenes de la Naturaleza, esa Naturaleza que siempre es mi Maestra.

Tuvo una infancia contemplativa en compañía de su madre y de su mejor amigo, el silencio, y fue instruido por su maestra, la naturaleza.»

Catherine L’Ecuyer, investigadora y divulgadora de temas educativos.

2017-03-19T18:22:38+00:00marzo 19th, 2017|

APRENDER A ESCUCHAR EL SILENCIO

Escuchar el silencio es una forma de interiorización que nos une a todos por igual. Cuando silencias el ruido, escuchas el sonido de tu verdadero ser.
Escuchar el silencio es un arte que requiere desarrollar una actitud contemplativa. Cuando se logra el silencio interior, nos preparamos para hablar mejor y también para escuchar mejor. Mejora nuestra relación con nosotros mismos y con las personas que nos rodean. Conectamos con la propia esencia.

2017-06-14T08:40:07+00:00octubre 14th, 2016|
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