En 2007 nació la Escuela Sa Llavor con el fin de contribuir al desarrollo de una sociedad más consciente a través de la Educación, introduciendo una innovación en la forma y metodología docente, que educa a través de la experiencia y los principios éticos sostenibles, que tiene en cuenta el aspecto vital, emocional, intelectual, social y espiritual del niño en cada etapa de su crecimiento y desarrollo.

Sunia y Felipe, iniciaron su camino en la escuela en 2007, en Educación Infantil, y lo terminan ahora, 10 años después, culminando su recorrido en 4º de Secundaria. Ambos se despiden compartiendo con la comunidad de la escuela su experiencia vivida en Sa Llavor.

Durante mis años en Sa Llavor lo que realmente he aprendido es a vivir.

Gracias a la conexión directa con la naturaleza, el arte y el apoyo constante de profesores y compañeros, ahora soy quien soy y tengo una gran reverencia hacia la vida.

Desde mi lugar en Sa Llavor, el haber visto como se iba expandiendo cada vez más la escuela y llegaba a muchos otros lugares del mundo, es sin duda alguna el mayor logro, impulsado por una comunidad, que he podido presenciar.

Allí donde yo vaya, para mí la escuela siempre va a ser mi hogar y aunque no siga mi camino más en Sa Llavor, siempre os tendré en mi corazón.
Gracias.

Sunia Mardaras

En los últimos diez años en Sa Llavor he aprendido mucho para mi futuro.

Al comienzo éramos cinco alumnos y éramos como una pequeña familia.
La escuela situada en Mancor de la Vall fue creciendo continuamente.
Muchos alumnos vinieron otros también se fueron pero siempre siguió creciendo y siempre era un lugar donde uno se podía sentir acogido.
Hasta el día de hoy aún estoy en contacto con varios de mis antiguos compañeros y espero que siga en contacto con todos mis compañeros con los que he compartido mi camino hasta ahora, aunque yo estaré lejos.
Espero que siempre nos acordemos de los maravillosos momentos que hemos compartido juntos.

En estos diez años no solo he aprendido lo normal si no que también he tenido el privilegio de poder experimentar arte, música, huerto y cocina y muchas cosas más.
Nunca he perdido las ganas de seguir adelante y aprender más.
Lo que más me agradó en los años fue el teatro y las excursiones de fin de curso, en las cuales todos juntos fuimos de travesía andando con nuestras mochilas.

Especialmente quiero agradecer a todos mis profesores que me han acompañado con amor en mi camino y sobretodo a Manuel que fue más que un profesor, fue un gran amigo que me acompañó durante todos estos años con mucha paciencia y confianza.

Felipe Ludes

Sunia y Felipe están preparados para iniciar un nuevo camino en el que cada uno, desde su libertad, podrá contribuir a dar forma a la sociedad del futuro.

Con mucha confianza y también mucha emoción, ¡os deseamos buen viaje!