Mi nombre es Silvia Manzano Vivar, soy la madre de Roberto y Martín, llegamos a Mallorca hace cuatro años buscando una escuela para nuestros hijos y encontrar Sa Llavor nos enraizó en la isla.
Maestra de Infantil, por la Universidad Complutense de Madrid, como escucha de una de mis semillas internas más tempranas, el amor a la infancia, el acompañamiento e importancia de la presencia en esta maravillosa etapa. Toda mi formación siempre ha nacido de un impulso por descubrirme, conocerme, escucharme y, desde este lugar, estar presente en el mundo.
Escuchando mi maternidad, después del nacimiento de Roberto, me formé como Doula y acompaño a madres, padres y familias en embarazo, parto y posparto. Formada en Reflexología Podal, de la cual imparto talleres para familias, en Cráneo-Sacral para embarazadas y bebés, y en terapia Gestalt. Son mis herramientas y tesoros que llevo siempre conmigo y que han moldeado y hacen visible mi propósito de vida. Trabajé durante casi dos años en una biblioteca pública de la Comunidad de Madrid, en la sala de infantil y juvenil, de aquí mi experiencia y conocimientos básicos de biblioteconomía, que ahora tengo la suerte de compartir en la escuela.
Despertar la vida y uso de la biblioteca de la escuela está siendo un trabajo maravilloso en el que, en realidad, los verdaderos protagonistas están siendo las niñas y los niños. Nosotras hacemos una parte de trabajo interno de catalogación, documentación, ordenación y actualización del fondo bibliográfico necesario para la activación de este servicio. Pero es con el paso de todos los ciclos por la sala donde realmente se genera la magia y belleza que late en cada libro, en cada historia, en cada cuento e imagen que esperan ser descubiertos, elegidos, mirados y escuchados.
Acompaño a las niñas y los niños semanalmente, como referente de la biblioteca, como sala de lectura y de préstamo. Para familiarizarse con este espacio, su uso y aprovechamiento, les voy presentando cómo se organiza, cómo y dónde encontrar sus lecturas favoritas o poder consultar sus inquietudes y curiosidades para sentir el espacio como suyo y disfrutarlo al máximo. Los/as mayores de la escuela participan dando un servicio a la comunidad y se están ocupando de la sala de adultos. Ellas y ellos están prestando un verdadero servicio de “aprendices de bibliotecarias y bibliotecarios”; catalogan, hacen tejuelos, seleccionan y ordenan el fondo bibliográfico de esta sala. Me siento privilegiada de poder sentir y ver cómo los libros, en esta época de pantallas, siguen conservando su magia cuando los tienen en sus manos y conectan con lo que a cada una y cada uno le suceda.
Agradecida de poder disfrutar de ese entusiasmo con el que están recibiendo y dando forma a esta nueva iniciativa que ya se ha convertido en un hábito y espacio familiar dentro de su vida en la escuela.