Dentro del área de las ciencias naturales, los alumnos de Segundo y Tercer Ciclo de la escuela han participado en una actividad del Proyecto Bosque donde han tenido que hacer de auténticos alquimistas de la naturaleza. Primero han recolectado las flores amarillas de Calendula arvensis, Caléndula silvestre, que han empezado a florecer tapizando el bosque. Las han puesto todas en sus tarros de cristal y, a continuación, han vertido el aceite ecológico que habían traído de casa – aceite de oliva, aceite de sésamo, aceite de jojoba, aceite de avellanas, … -. A continuación han sacudido el tarro arriba y abajo macerando bien la mezcla.
Una vez en casa, las niñas y los niños deberán dejar el bote en el alféizar de la ventana, lejos del sol directo, y cada día darle una vuelta, dejándolo alternativamente con la tapa hacia arriba o con la tapa hacia abajo, para que todas las flores se impregnen de aceite. Al cabo de cuarenta días ya podrán colar su contenido, tirar las flores y guardar el aceite en un lugar protegido de la luz.
El aceite de Caléndula, nos ha contado Pau, tiene muchas propiedades beneficiosas para la piel, ayuda a curar quemaduras, heridas, es cicatrizante, hidratante, calmante y suavizante.