Los cuentos de hadas han existido en todas las culturas. Durante siglos los cuentos vivieron en la tradición oral al mismo nivel que los mitos o los textos sagrados. Relatan en imagenes poderosas el desarrollo del ser humano como individuo y el camino evolutivo de la humanidad. Cuando escuchamos un cuento original, formamos parte de él y nos conduce a nuestro interior. Es un alimento espiritual para nuestra alma.

Los cuentos influyen y estimulan las fuerzas de la fantasía y de la imaginación, cultivan el asombro y potencian el lenguaje y la escucha.

Todos los días al final de la mañana, contamos cuentos de hadas en el Jardín de Infancia. Estos cuentos tienen siempre un final feliz, que permite desarrollar la confianza en el mundo.