El arte de crear y de imaginar está especialmente vivo en la etapa de educación infantil. La capacidad de imaginar nuevos mundos, de transformar, de cambiar, hacen que, a estas edades, todo sea posible. No hay límites ni baremos si, desde los adultos, les permitimos ser.

Tanto en el juego libre dentro del aula, creando un ambiente adecuado con materiales naturales seleccionados, organizados y ordenados en distintos espacios ( la casita, construcciones, animales, etc.) como en el juego libre en el exterior, en contacto con la naturaleza, es importante que el adulto que acompaña tenga una presencia y una mirada respetuosa y atenta, estableciendo unos límites dentro de un entorno que favorezca la libertad y la confianza y que permita a la niña y al niño ser sin romper ese estado de ensoñación tan único y mágico.