El primer periodo lectivo del niño que comienza su camino en 1º de primaria es el Dibujo de Formas. Simboliza la transición de una época de la vida, el primer septenio, durante el cual las fuerzas de las niñas y los niños se centran en la formación de los órganos físicos, el andar y el hablar, a través de la imitación. Hacia el final del primer septenio el alumnado va a poder comenzar un aprendizaje dirigido, que de forma suave dará lugar al desarrollo de nuevas cualidades que ya está preparado para activar.
Se comienza con la recta y la curva, que son figuras fundamentales que viven en todas las formas que nos rodean. Allá donde nuestro sentido visual se dirija, podremos encontrarlas. Y con ellas, el alumnado va a poder interiorizar formas básicas, que poco a poco derivarán en formas más complicadas.
A través del dibujo en el espacio con movimiento, con la mano derecha, con la izquierda, con las dos, con los pies, caminando, con amplios movimientos, etc., vamos a poder captar la forma en el espacio y trasladarla al papel con un bloque de cera.
Con este recorrido nuestras manos dibujarán a través de un movimiento, de un gesto, que se situará en la punta de nuestros dedos. Al dirigir el movimiento de nuestros dedos, estaremos poniendo en acción nuestra voluntad-querer, nuestro sentir-anímico y nuestro pensar-razón.
Con 6-7 años trabajamos la parte volitiva y emotiva, dando unos leves toques para que muy poco a poco, sin prisas, se vaya despertando la parte racional. En el trabajo escolar estas tres partes seguirán velocidades diferentes en función de la edad y el estado evolutivo del alumnado. Según pasen los años, el trabajo de la parte racional irá adquiriendo cada vez más importancia, siempre en coordinación con las otras dos partes.
Uno de los principios básicos de nuestra pedagogía es permitir que el niño se relacione con lo que ha de aprender para después dominarlo.
A través de la experimentación del mundo del color y de los gestos de las líneas rectas y curvas, el niño se prepara para el aprendizaje de las letras, los números, la geometría, el dibujo, la botánica… Para desarrollar el sentido de la forma y de esta manera mejorar la caligrafía. Para dar habilidad a las manos y estimular la imaginación. Para desarrollar el ritmo y la armonía y también el intelecto mediante el hacer activo. Que el intelecto surja de las extremidades y de la destreza en general. Cultivar el pensar a través de lo pictórico y visual.
Por todo ello comenzamos el ciclo de primaria con este periodo que será el precursor del periodo de letras y de números.